sábado, octubre 14, 2017

Una flor amarilla (2)

Contó que en un autobús de la línea 95 había visto a un chico de unos trece años, y que al rato de mirarlo descubrió que el chico se parecía mucho a él, por lo menos se parecía al recuerdo que guardaba de sí mismo a esa edad. Poco a poco fue admitiendo que se le parecía en todo, la cara y las manos, el mechón cayéndole en la frente, los ojos muy separados, y más aun en la timidez, la forma en que se refugiaba en una revista de historietas, el gesto de echarse el pelo hacia atrás, la torpeza irremediable de los movimientos. Se le parecía de tal manera que casi le dio risa, pero cuando el chico bajó en la rue de Rennes, él bajó también y dejó plantado a un amigo que lo esperaba en Montparnasse. Buscó un pretexto para hablar con el chico, le preguntó por una calle y oyó ya sin sorpresa una voz que era su voz de la infancia. El chico iba hacia esa calle, caminaron tímidamente juntos unas cuadras. A esa altura una especie de revelación cayó sobre él. Nada estaba explicado pero era algo que podía prescindir de explicación, que se volvía borroso o estúpido cuando se pretendía—como ahora—explicarlo. 

viernes, octubre 13, 2017

Una flor amarilla (1)

Una flor amarilla

    Parece una broma, pero somos inmortales. Lo sé por la negativa, lo sé porque conozco al único mortal. Me contó su historia en un bistró de la rue Cambronne, tan borracho que no le costaba nada decir la verdad aunque el patrón y los viejos clientes del mostrador se rieran hasta que el vino se les salía por los ojos. A mí debió verme algún interés pintado en la cara, porque se me apiló firme y acabamos dándonos el lujo de la mesa en un rincón donde se podía beber y hablar en paz. Me contó que era jubilado de la municipalidad y que su mujer se había vuelto con sus padres por una temporada, un modo como otro cualquiera de admitir que lo había abandonado. Era un tipo nada viejo y nada ignorante, de cara reseca y ojos tuberculosos. Realmente bebía para olvidar, y lo proclamaba a partir del quinto vaso de tinto. No le sentí ese olor que es la firma de París pero que al parecer sólo olemos los extranjeros. Y tenía las uñas cuidadas, y nada de caspa.

domingo, agosto 27, 2017

Julio Cortazar -Rayuela Capítulo 31

"No hay sustancias más letales que esas que se cuelan por cualquier parte, que se respiran sin saberlo, en las palabras o en el amor, o en la amistad".
Julio Cortazar -Rayuela Capítulo 31


domingo, agosto 13, 2017

Jorge Luis Borges

Cuando uno extraña un lugar, lo que realmente extraña es la época que corresponde a ese lugar; no se extrañan lo sitios, sino los tiempos.
Jorge Luis Borges

martes, agosto 01, 2017

Irse Mario Benedetti

Irse

Cada vez que te vayas de vos misma

no olvides que te espero
en tres o cuatro puntos cardinales

siempre habrá un sitio dondequiera
con un montón de bienvenidas
todas te reconocen desde lejos
y aprontan una fiesta tan discreta
sin cantos sin fulgor sin tamboriles
que sólo vos sabrás que es para vos

cada vez que te vayas de vos misma
procurá que tu vida no se rompa
y tu otro vos no sufra el abandono/
y por favor no olvides que te espero
con este corazón recién comprado
en la feria mejor de los domingos

cada vez que te vayas de vos misma
no destruyas la vía de regreso
volver es una forma de encontrarse
y así verás que allí también te espero

Para quienes se han ido y piensan regresar o ya regresaron, para quienes con los que de vez en cuando me reencuentro, para quienes me esperan por las mañanas, para quienes jamas me esperan ni me esperarían, para los que dejaron un lugar o partieron en silencio,para los que el tiempo es corto o demasiado largo.


martes, enero 17, 2017

Jaime Sabines Llegaste a tiempo

Debí haberte encontrado diez años antes o diez años después. Pero llegaste a tiempo.
Antes, me hubiera gustado conocerte con libertad, sin restricciones.
Sin límites ni complejos.
Después, con calma y serenidad,
Con paciencia y el tiempo que me permite la experiencia.
Te conocí a tiempo, a tiempo de encontrarte,
Para saber que existias, para llenar mis ojos y mi boca de tu sabor.
Para encontrarnos en el mismo tiempo y espacio.
Para disfrutarte y que me disfrutes,
Para tocarte y que me toques.
Para que supieras que yo estaba aquí para que me tomaras.
Y que me dejaras tomarte a ti
No fuiste antes ni después. fuiste a tiempo.
A tiempo para que me enamorara de ti.
Jaime Sabines