viernes, marzo 24, 2006

Disfrutar cada momento

La foto: un buen lugar, un buen momento para recordar, primavera en V. Gesell 2004
Hay días que parece que se opaca la vida, mucho trabajo, cansancio físico, algunos malestares.
Cuando una chispita te saluda, todo vuelve a re comenzar, y allí es donde hay que estar atento para encontrar entre las miles de cosas “esa chispita” que te avisa que la vida es una, que hay mucho amor rodeándote. A veces. el aviso es una sonrisa, otras un abrazo otras un buen recuentro en la noche, otras una palabra o una frase. Allí están donde menos las esperas, lo importante es verla, no dejarlas que se vayan de la mano del olvido, de la indiferencia.
“Espiar” un poquito los gestos del otro, escuchar que se siente en lo más profundo de uno con el contacto de los cuerpos. No dejarse atrapar por lo cotidiano, no dejarse invadir por lo externo. Parece fácil, simple y casi como algo trivial, sin embargo no lo es, la vida externa invade, atropella, pisotea lo planeado y muchas veces suelo encontrarme en el medio de un todo no querido, atrapada, asfixiada, olvidándome de lo mejor.

sábado, marzo 18, 2006

Sentir el amor


Sentir el amor
Reconocerlo aún y a pesar de los olvidos, de los ocultamientos, del paso del tiempo, del dejar que pase.
Reconocerlo no sólo por una buena compañía, sino porque aún se puede vibrar
Sentirlo en la piel
Reconocerlo en el aroma de cada día
Pensar que esto es lo mejor, pero no lo único
Escuchar la música que lo identifica, escuchar la música que lo repele
Reírse por nada, aunque siempre se encuentre una razón a todo.
Llorar por algo que no es nada y no saber la razón por ese llanto
Mirar como si fuera la primera y la última vez, mirar y re descubrir cada pedacito del cuerpo, las manchas nuevas y las marcas viejas.
Ver las imágenes que se reconocen como propias y creer que también son del otro, saber que pertenecen y están en el otro
Pensar que estarás pensando en este instante en mi, y creer que es así, reconocer con bronca que aún nos equivocamos, pero que eso quita monotonía a lo cotidiano dando chispa e iluminando nuevas formas de aprender
Aprender a cada instante que se cambia, que nada es igual, y que en ese cambio vamos juntos.

domingo, marzo 05, 2006

Los cuatro elementos


Vivimos intensamente, como la primera vez, como hace mucho, como nunca.
Nos acercamos, tanto, que nos co-fundíamos, queríamos co-fundirnos para ser uno.
Nos separábamos mirándonos como si no nos conociéramos, para reírnos de nosotros mismos, emocionándonos, aunque lo calláramos.
Disfrutamos de la naturaleza, muchísimo, es así, pensábamos, que no había nada tan bello.

Los días nos acompañaron, el sol iluminó nuestras dudas, la fuerza del agua nos hizo sentir poderosos, las piedras y montañas nos traspasaban sus propias energías, las araucarias, como la historia cuenta, nos alimentaron desde lo más profundo. Regresamos extasiados, esperando que esa inmensa energía nos ayude a seguir reencontrándonos.