miércoles, noviembre 05, 2014

En una cajita de fósforos (María Elena Walsh)


En una cajita de fósforos
se pueden guardar muchas cosas.
Un rayo de sol, por ejemplo
(pero hay que encerrarlo muy rápido,
si no, se lo come la sombra)Un poco de copo de nieve,
quizá una moneda de luna,
botones del traje del viento,
y mucho, muchísimo más.

Les voy a contar un secreto.
En una cajita de fósforos
yo tengo guardada un lagrima,
y nadie, por suerte la ve.
Es claro que ya no me sirve
Es cierto que esta muy gastada.
Lo se, pero que voy a hacer
tirarla me da mucha lastima
Tal vez las personas mayores
no entiendan jamas de tesoros
Basura, dirán, cachivaches
no se porque juntan todo esto
No importa, que ustedes y yo
igual seguiremos guardando
palitos, pelusas, botones,
tachuelas, virutas de lápiz,
carozos, tapitas, papeles,
piolín, carreteles, trapitos,
hilachas, cascotes y bichos.
En una cajita de fósforos
se pueden guardar muchas cosas.
Las cosas no tienen mamá.

domingo, marzo 30, 2014

Julio Cortázar: Historias de Cronopios y Famas


'Ahora pasa que las tortugas son grandes admiradoras de la velocidad, como es natural. Las esperanzas lo saben, y no se preocupan. Los famas lo saben, y se burlan. Los cronopios lo saben, y cada vez que encuentran una tortuga, sacan la caja de tizas de colores y sobre la redonda pizarra de la tortuga dibujan una golondrina.'
--Historias de Cronopios y de Famas (1962).
Julio Cortazar

martes, marzo 25, 2014

El amor Manuel Mujica Láinez



El AMOR

El Amor cambia sus disfraces.
El Amor juega a la galantería,
con antiguas palabras,
el Amor se reclina, melancólico,
entre sauces y columnas,
hace bromas, se burla de los celos,
se encrespa, teatral, en el humo de los celos,
multiplica los cálculos,
los engaños, las promesas,
los juramentos gloriosos,
se desmaya ¡ay! se desmaya
y compone admirables escenas,
mientras espía, bajo los párpados entreabiertos,
sutiles;
también escribe cartas sin fin y sin sentido,
con una larga pluma;
rompe papeles,
rompe muchos retratos;
besa retratos,
besa la punta de los dedos;
besa la sombra,
se acoda en las esquinas, con traje de compadrito;
se alza en los balcones de las fiestas sonoras,
con un traje de tul.
Cambia disfraces.
Cambia incontables disfraces.
Y en los solitarios momentos supremos,
el Amor es un gran tigre herido,
que va entre los juncos de la noche,
sangrando.

Manuel Mujica Láinez

lunes, marzo 10, 2014

BARRIO RECUPERADO J. L. Borges



Nadie vio la hermosura de las calles 
hasta que pavoroso en clamor 
se derrumbó el cielo verdoso 
en abatimiento de agua y de sombra.
El temporal fue unánime
y aborrecible a las miradas fue el mundo,
pero cuando un arco bendijo
con los colores del perdón la tarde,
y un olor a tierra mojada
alentó los jardines,
nos echamos a caminar por las calles
como por una recuperada heredad,
y en los cristales hubo generosidades de sol
y en las hojas lucientes
dijo su trémula inmortalidad el estío.

Jorge Luis Borges

miércoles, marzo 05, 2014

Cómplice. Mario Benedetti

"Todos necesitamos alguna vez un cómplice.

Alguien que nos ayude a usar el corazón,

que nos espere ufano en los viejos desvanes.

Que desnude el pasado y desarme el dolor.

Prodigioso, sencillo, dueño de su silencio.

Alguien que esté en el barrio donde nacimos ó,

que por lo menos,

cargue nuestros remordimientos

hasta que la conciencia, nos cuelgue su perdón.

Cómplice del trasmundo,

nos defienda del mundo,

del sablazo del rayo, y las llamas del sol.

Todos necesitamos alguna vez un cómplice, alguien que nos ayude a usar el corazón."

MARIO BENEDETTI

jueves, febrero 06, 2014

Fragmento - ODA A FEDERICO GARCÍA LORCA -Pablo Neruda.

Federico, 
tú ves el mundo, las calles,
el vinagre, 
las despedidas en las estaciones
cuando el humo levanta sus ruedas decisivas
hacia donde no hay nada sino algunas
separaciones, piedras, vías férreas.

Hay tantas gentes haciendo preguntas
por todas partes.
Hay el ciego sangriento, y el iracundo, y el
desanimado,
y el miserable, el árbol de las uñas,
el bandolero con la envidia a cuestas.

Así es la vida, Federico, aquí tienes
las cosas que te puede ofrecer mi amistad
de melancólico varón varonil.
Ya sabes por ti mismo muchas cosas.
Y otras irás sabiendo lentamente.

martes, enero 14, 2014

RAY BRADBURY

“Cuando muere, todo el mundo debe dejar algo detrás, decía mi abuelo. Un hijo, un libro, un cuadro, una casa, una pared levantada o un par de zapatos. O un jardín plantado. Algo que tu mano tocará de un modo especial, de modo que tu alma tenga algún sitio adonde ir cuando tú mueras, y cuando la gente mire ese árbol, o esa flor, que tú plantaste, tú estarás allí. No importa lo que hagas – decía – en tanto que cambies algo respecto a como era antes de tocarlo, convirtiéndolo en algo que sea como tú después de que separes de ello tus manos. La diferencia entre el hombre que se limita a cortar el césped y un autentico jardinero esta en el tacto. El cortador de césped igual podría no haber estado allí. El jardinero estará allí para siempre”. 
RAY BRADBURY

Eladia Blázquez

Que dulce mi aire, que aroma a jazmín. Aquí Buenos Aires, mi olor, mi confín. El vino, la casa. Mi poco de fe. Mi gente, mi raza, me dan el porqué. No nos iremos nunca. No importa si hace falta repechar. Si todo en nuestra casa tiene piel. Y estamos por amor hechos a mano. No nos iremos nunca. El cielo en todas partes no es igual. Aquí donde perduran tu ternura y mi gorrión y a mi Argentina le florecen las glicinas en el corazón. Aquí nos quedaremos, juntos vamos a empujar, porque aquello que queremos deberá lograrse acá. Mi gente, mi casa, mi poco de fe, me llaman, me emplazan, me dicen: volvé. Cómo vivir sin verte, si lejos de tu sol no se vivir. Si tengo en vos plantada mi raíz y sos más que un país: un sentimiento. Cómo vivir sin verte si se que pertenezco a esa región en donde la emoción le gana siempre a la razón, porque Argentina tiene locas golondrinas en el corazón, en donde la esperanza siempre inventa algún color y la gente no se cansa de soñar y dar amor
Que dulce mi aire, que aroma a jazmín. Aquí Buenos Aires, mi olor, mi confín. El vino, la casa. Mi poco de fe. Mi gente, mi raza, me dan el porqué. No nos iremos nunca. No importa si hace falta repechar. Si todo en nuestra casa tiene piel. Y estamos por amor hechos a mano. No nos iremos nunca. El cielo en todas partes no es igual. Aquí donde perduran tu ternura y mi gorrión y a mi Argentina le florecen las glicinas en el corazón. Aquí nos quedaremos, juntos vamos a empujar, porque aquello que queremos deberá lograrse acá. Mi gente, mi casa, mi poco de fe, me llaman, me emplazan, me dicen: volvé. Cómo vivir sin verte, si lejos de tu sol no se vivir. Si tengo en vos plantada mi raíz y sos más que un país: un sentimiento. Cómo vivir sin verte si se que pertenezco a esa región en donde la emoción le gana siempre a la razón, porque Argentina tiene locas golondrinas en el corazón, en donde la esperanza siempre inventa algún color y la gente no se cansa de soñar y dar amor
Eladia Blázquez

miércoles, enero 08, 2014

El amenazado - Jorge Luis Borges

El amenazado - Jorge Luis Borges

Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.

Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La
hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición el aprendizaje de las palabras que usó
el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad,
las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven
amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche
intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz
del ave, ya se han oscurecido los que miran por la ventana, pero la
sombra no ha traído la paz.
Es ya lo se, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la
espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con su pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.