domingo, julio 06, 2008

El Otoño tomado de La Nación


Acabo de leer un ar´ticulo en La Nación y lo pegaré, no es mi costumbre, pero el otoñó simpre ha sido un tema que me atrapa. Aca va. Autor Felix Luna.
Foto:Michel Lichtenstein

Paisajes urbanos
Otoño porteño
Acaba de irse, y sorprendió con sus intensos colores. El historiador y escritor Félix Luna habla aquí de "las dádivas" que cada año vuelca sobre el paisaje de Buenos Aires la estación de las hojas secas
Pocas sensaciones son tan placenteras como la que significa caminar sobre un colchón de hojas secas, sintiendo el ruidito de las que se rompen a nuestro paso. Es una de las dádivas del otoño, entre las muchas que ofrece la estación.
Señalemos que en nuestra región pampeana la prevalencia de árboles de hojas perennes, como el eucaliptos o el paraíso, desdibuja el colorido del otoño. Pero hay que ver lo que es Mendoza o Bariloche en esta época: la orgía de colores de sus arboledas, los contrastes cromáticos que ofrece su paisaje.
Las hojas secas que cubren la tierra en otoño no son la única ofrenda de esta estación, que suele ser apacible y de temperatura templada. Hablo del otoño normal, no el de los últimos años, cuando la naturaleza parece haber enloquecido. Pues, sin duda, se trata de la estación más pintoresca y contrastante con una idea de muerte y resurrección que es única. Porque las llamadas ?hojas muertas? no son tales; tienen una vida cuando se transforman en abono a medida que se incorporan a la tierra.
Estación serena, colorida y de suprema belleza, el otoño se coloca entre el fervor excesivo del verano y los repeluznos de frío del invierno. Es como un pórtico de las estaciones extremas, como una lección de ecuanimidad y de belleza. Aprovechemos sus tres meses de duración como una ofrenda de la naturaleza a los habitantes de este pedazo del planeta.
Por Félix Luna